En pocas ocasiones, se puede ver un aprovechamiento de la arquitectura para realizar emplazamientos publicitarios de calidad e impactantes, y aunque el que se muestra aquí, ubicado en la Gran Vía bilbaína y que publicita l-school, no es de los más llamativos, al menos hay una clara intención de desligarse de la tradicional valla/lona publicicitaria que sólo cambia a tamaño gigante lo que podemos ver en un flyer.
Una idea fresca que capta la atención del transeunte más despistado, y que pone de relieve la escasez de ideas en las aplicaciones en grandes formatos.
Se trata de pensar en el proyecto desde el punto de vista gráfico y volumétrico, las creaciones de maquetas o simulaciones virtuales ayudarían a interpretar los espacios de los que se disponen, y si simplificamos un poco más, es pensar con ojos de gigante lo que te gustaría ver desde la calle, intentando alejarse de elementos meramente invasivos para adentrarse en una reinterpretación de los espacios.
Ahora que parece que toda la publicidad esta en las redes y espacios on line, es cuando el impacto en los formatos físicos tiene que pujar por su importancia y recuperar el puesto que se merece, pero para ello debemos pensar desde el punto de vista del usuario.
(Disculpad la calidad de la imagen)
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